
La selección de Venezuela ocupó el Grupo A del Sudamericano sub 15 realizado en Paraguay. A pesar de un balance parejo desde los números, no le alcanzaron para seguir con vida en el torneo.
El torneo empezó de forma “positiva”. En el debut fue igualdad 1-1 contra Colombia y el segundo compromiso, con el mismo resultado, se empató con Brasil.
Particularmente el Sudamericano sub 15 cuenta con la invitación de selecciones, en este caso, fue una europea: Bélgica. En el pasado torneo de la categoría (2017), estuvieron invitadas República Checa y Croacia. Allí, Venezuela se enfrentó al cuadro croata y le ganó 2-1. Quedando en evidencia lo que nos puede costar enfrentar a equipos europeos. En 2017, Croacia fue vencida con “tranquilidad” por todos sus rivales, excepto por Venezuela que ganó por la mínima y Bolivia que le empató 2-2. De resto, al menos dos goles de diferencia.
Es un gris en el proceso formativo de esta camada. Compitieron, pero quedaron ahí, con la sensación de haber podido conseguir más.
Venezuela se quedó sin hexagonal. Así damos ventajas desde temprana edad a otras selecciones.
Ese roce internacional, se acepte o no, potencia.
— Luis Cotté (@cotte_luis) December 2, 2019
LEE: Rafael Dudamel y un balance con la selección de Venezuela en 2019

Rafael Dudamel y los números de su ciclo.
Trasladándonos nuevamente a 2019, Bélgica se quedó con la lucha por los tres puntos y derrotó a Venezuela 0-2 con solvencia y autoridad.
A pesar de lo adverso de la situación, los dirigidos por Frank Piedrahita seguían con chances en el certamen. Aún más tras ganarle 2-0 a Bolivia para así sumar cinco unidades a falta de un encuentro: vs Perú. Con la combinación de otros resultados, incluso empatando, se podía avanzar de fase. Sin embargo ganar era necesario para asegurar la continuidad en el torneo. 0-0 fue el resultado final y una vez más, como desde el 2004, Venezuela se quedó sin estar en el podio del Sudamericano sub 15.
¿Resultados o formación?
Constantemente se escucha que las categorías juveniles son etapas de formación. Que se debe fomentar el aprendizaje general de los individuos y llenarlos de buenos valores para ser aplicados a la vida, además de lo futbolístico. Si bien esta visión es correcta, en una opinión muy personal, difiero un poco cuando se trata de selecciones nacionales.
No hay duda que en categorías inferiores, las prioridades son otras y que no lo deben ser los resultados. Sin embargo en el plano de selecciones ¿debe mantenerse igual?. En varias ocasiones leí o escuché que el aprendizaje, la experiencia o que sean competitivos es la meta.
Ahora ¿no hay mayor aprendizaje al clasificar a etapas finales o mundiales? En el máximo nivel de competencia se pueden profundizar aspectos ajenos al fútbol. El tiempo, en un torneo “largo” hace que aparezcan distintos detonantes para que los entrenadores hagan de rol formador.
Dudo mucho que el objetivo macro no sea ir a instancias finales o mundialistas, pero constantemente al no avanzar de rondas, regalamos roce internacional. Eso, a la larga, se ve reflejado en categorías mayores, sea sub 20 o primer equipo. La excusa de la competitividad y conformismo, agota, así sean juveniles o no.
Para resumir, siento que el discurso de “no priorizar los resultados” en estas categorías, en SELECCIONES, es incorrecto. Los resultados deben ser prioridad. Tanto como lo otro. No debe tomarse a la ligera no ir a Mundiales o constantemente jugar instancias finales: hexagonales.
— Luis Cotté (@cotte_luis) December 2, 2019